martes, 22 de julio de 2014

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NOTIAGRO

 
Alimento y consumo de agua en las ponedoras comerciales.

 
De la mayoría de los factores ambientales, el alimento, la alimentación y el consumo de agua por parte de las aves, es un factor de verdadera importancia. La alimentación debe satisfacer las necesidades específicas de las aves, condicionadas por su propia economía y fisiología. El tubo digestivo de las aves es muy corto, ascendiendo solamente a 8 veces la longitud del cuerpo (en el caso del bovino llega a ser 30 veces) y careciendo de órganos de depósito y fermentación, con lo que la fibra bruta del alimento no puede ser degradada. Lo corto del tubo digestivo y el rápido paso del alimento, determinan una digestión insuficiente que da el alto contenido en principios nutritivos de la gallinaza.

Las gallináceas en general, tienen un altísimo rendimiento metabólico, y la formación de carne, plumas y huevos es rápida y capaz de adaptación; por lo tanto se requieren alimentos altamente concentrados, máxime cuando la ingestión diaria de alimento es relativamente pequeña y en corto tiempo debe ser utilizado.

La importancia de la alimentación estriba tanto por su cuantía en el costo de producción (más del 70%) como por su trascendencia en la salud aviar.  Cuando existen alteraciones en la cálidad y disminución cuantitativa en los alimentos, se producen graves alteraciones nutritivas, provocando enfermedades metabólicas y ocasionando otras alteraciones que favorecen la disminución de los rendimientos.

El más significativo papel del alimento lo tiene la cobertura de las necesidades de energía y proteína, cuyo contenido digestible (aminoácidos esenciales) determina el valor de un alimento, aunque los otros componentes, en especial las sustancias activas, son significativas a efectos de valoración de los mismos.

De acuerdo a la edad de las aves los requerimientos son variables; por lo que en las primeras semanas de vida existe un intenso crecimiento y por ello la ración alimenticia debe ser de fácil digestibilidad y contener proteína de alto valor biológico, pero lo que si es decisivo, es el contenido de aminoácidos esenciales, minerales y vitaminas. Los errores en esta fase originan detención del crecimiento, retrasos en el desarrollo y alteraciones como la ingestión de plumas.

El aporte de minerales (Ca y P) así como vitamina D3, están en relación con la formación del esqueleto. Esa gran intensidad de crecimiento exige un contenido relativo de alta energía en relación con el aporte proteico.

La alimentación de las futuras ponedoras desde las ocho semanas hasta el inicio de postura debe cubrir un crecimiento menos intenso. Los altos contenidos energéticos y proteicos en los alimentos concentrados, determinan la maduración precoz del ave que más tarde reduce su capacidad como ponedora.

Normas para ponedoras.
El suministro de proteina para ponedoras debe considerar las necesidades que comprende el mantenimiento de la producción, a lo que habría que añadir las necesidades proteínicas de crecimiento durante las ocho primeras semanas después del comienzo de la postura.

Es importante que el alimento a suministrar a las pollitas, futuras ponedoras comerciales, desde el primer día de edad hasta las cinco semanas (5) contenga 20% de proteína y entre 2750 – 2970 Kcal/kg, con el fin de garantizar un eficiente desarrollo y un peso  corporal de aproximadamente 380 gramos. Esto resultaría en un acumulado de consumo de Kcal de 2408, hasta esta edad.

La segunda etapa de cría, desde la semanas seis de edad hasta la semana doce, el alimento puede contener 17.5% de Proteína y entre 2750-3025 Kcal/kg. Lo importante es que al termino de la semana 17 de edad el ave haya acumulado un consumo total de 16527 Kcal para lograr el peso ideal de 1.460 kg y así iniciar el ciclo de postura. Los pesos corporales deben ser verificados periódicamente durante todo el periodo de crecimiento y hasta que las aves alcancen el pico de producción. Además del peso corporal promedio, la uniformidad de pesos corporales dentro del lote es un indicio del desarrollo normal del lote. La uniformidad se expresa como el porcentaje de pesos individuales que están dentro del 10% del promedio actual del lote. Una buena meta es el 80% de uniformidad.

Durante el periodo de postura el alimento debe contener un 18% de Proteínas y  entre 2770 – 2860 Kcal/kg, además de todos los minerales, vitaminas, y aminoácidos esenciales en la dieta, sin descuidar el factor calcio-fósforo. En las diferentes guías, de la gran variedad de líneas genéticas de ponedoras comerciales, aparecen muy bien detallados los requerimientos nutricionales de las aves, a diferentes edades.

Consumo de agua
El consumo de agua está relacionado directamente con la temperatura y el consumo de alimento. El consumo de alimento (consumo de calorías) está relacionado inversamente con la temperatura. Una regla (Guía Hy Line) es que dentro del rango de la temperatura normal confortable para un ave de 20 – 25°C, las aves consumen el doble de agua que de alimento. Las proporciones pueden cambiar en temperaturas más altas debido a que las aves consumen menos alimento, pero más agua. Las exigencias veterinarias fundamentales consisten en un suministro suficiente y continuo.


El agua no solamente es necesaria para la vida, sino también un medio de administración de medicamentos y sustancias activas; por ello es de una absoluta necesidad el asegurar la función de bebida oportuna y de alta calidad. Alimento, alimentación y suministro de agua son prácticas de manejo que deben ser muy bien llevadas, tomando en consideración la eficiente aplicación de los mismos que no vayan en perjuicio de la sanidad y salud de las aves.
FUENTE: http://www.ppca.com.ve/va/artlibresva/artlibresva.html

PUBLICADO POR: FRANCIS CASTILLO…….
ESTUDIANTE DEL 8VO SEMESTRE DE INGENIARIA PRODUCCION ANIMAL. UNEG-REGRIA.

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